Alergia: la enfermedad molesta

Salud y Curación natural.

En los últimos tiempos se está dando un fenómeno en la provincia de Mendoza que comienza como una molestia inofensiva que progresivamente va   degenerando en  problemas de salud agudos, con falta de respiración, mucosidad abundante, tos permanente; no estamos refiriendo a la alergia. Por ello recurrimos a un especialista que nos permite conocer la enfermedad y su tratamiento.

La disnea (respiración dificultosa), se había enseñoreado de aquel cuerpecito. Muy delgadito, pálido, con ojeras azules rodeando aquellos ojos renegridos. Sus dos amantes padres estaban expectantes, esperando algo así como un milagro. Ella tomó la palabra. Era una mujer cuarentona, robusta, maciza, de vestimenta modesta. “Doctor”, dijo la señora, “todas las noches es lo mismo, de día anda mejor, pero de noche se ataca. Por eso lo trajimos a esta hora” (eran casi las veintitrés horas) “discúlpenos, pero estábamos desesperados.

 

En efecto así era; desde muy pequeño había dado este niño manifestaciones alérgicas; eczema a poco de nacer, urticaria más adelante y ahora la temida asma; todas eran caretas del mismo mal común: Alergia. Enfermedad que podríamos llamar de moda y que consiste en una reacción orgánica anormal ante distintas sustancias o situaciones que en un organismo sano no provocarían respuesta alguna.

En este caso, las sustancia o situación productora del cuadro causó un estrechamiento bronquial por espasmo de los músculos de Reisseisen (o músculos bronquiales) y el aire quedó atrapado en los saquitos pulmonares llamados alvéolos no pudiendo salir. Además del estrechamiento bronquial se observan congestión, edema y la presencia de secreciones que pueden llegar a ocluir totalmente la luz  del bronquio. Tal es, muy sucintamente relatado, el panorama del asmático. El ataque se presenta generalmente de noche por haber a esas horas predominio del sistema nervioso parasimpático o vagal.

En el transcurso del vida distintas sustancias pueden poner enmarca el mecanismo alérgico actuando sobre el terreno heredado. Es decir que no es asmático quien quiere, sino quien puede. Las causas del asma pueden ser múltiples. Prácticamente no queda ninguna sustancia que no pueda teóricamente causarla, es decir, ser el dedo que aprieta el botón de la alergia y pone en marcha el proceso. Los factores más frecuentes son variados, pólenes, polvo de plumas o de lana, o factores psíquicos. Estas distintas causas han hecho que se hable de tres tipos de asma, según sus orígenes. Asma causada por alergenos ya asma de bronquitis bacteriana (en este último caso las bacterias y sus toxinas actúan como alergenos) y por último el asma nerviosa o psíquica. El asma nerviosa obedece a trastornos emocionales o afectivos que provocan el ataque. Es el grito de alarma que en personas neuróticas da el subconsciente a través de un reflejo que golpea sobre el terreno predispuesto provocando el asma.

Debe distinguirse el asma bronquial de la llamada asma cardiaca, que en realidad de asma sólo tiene el nombre, debido a la respiración dificultosa que provoca pero que se diferencia netamente de la bronquial. Obedece a fallas circulatorias en el territorio pulmonar.

Es necesario saber distinguirlas, pues los remedios para el tipo pulmonar de asma difieren y a veces se oponen a los de la mal llamada asma cardiaca. En el asmático crónico puede sobrevenir la enfermedad llamada enfisema pulmonar caracterizado por la dilatación de los alvéolos pulmonares por pérdida de su elasticidad, con rotura y fusión, trasformándose en bolsas incontráctiles de aire. Los movimientos torácicos son reducidos y el tórax se encuentra en estado de dilatación permanente, presentándose fatiga ante pequeños esfuerzos.

No se puede despreciar el componente psíquico del asma. Ha habido casos de personas alérgicas a una rosa, por ejemplo, que han tenido ataques de asma por oler una rosa de plástico que creyeron natural.

Lo que puede ser dañino es el abuso de calmantes y la medicación irresponsable por parte del enfermo, que repite automáticamente e innumerables veces una receta que se le dio para un acceso agudo. Estos enfermos deben ponerse a las órdenes de un médico que les haga un tratamiento de fondo, curativo y no simplemente sintomático o paliativo.

En mi modesto criterio para curar a alguien se lo debe tomar como sujeto activo. Así el enfermo colabora y se predispone a luchar, para salir de las garras  del mal que lo aqueja. El asma se trata de una reacción alérgica ante sustancias o situaciones que en una persona sana no provocan ningún efecto.

La vacuna tiene el inconveniente de que si surge una nueva sustancia alergizante, y son miles, vuelve a aparecer el cuadro, tan florido como antes. Además actualmente vivimos en un mundo muy agresivo para el alérgico. Una inocente fruta que haya sido tratado con insecticidas, puede causar un ataque, un pollo con hormonas y alimentado con antibióticos, una fumigación aérea antimosquitos o una fumigada casera anticucarachas, pueden ser causales desencadenantes de un acceso asmático.

Se debe lograr que el paciente identifique su proceso y que piense en el pequeño músculo de Reisseisen y en aflojarlo, relajarlo. Debe imaginar el aire penetrando libre en sus alvéolos, dinamizando su organismo, debe ver a sus glóbulos rojos cediendo al aire espirado el negro anhídrido carbónico, en bolsas de residuos y tomando el rutilante oxígeno del aire inspirado para viajar velozmente hasta las profanidades del organismo a fin de alimentar a las hambrientas células.

Hay varios ejercicios respiratorios que son fundamentales. Debe tenerse presente aquel acto de respirar es el más importante de nuestra vida. Ella está condensada en un ciclo respiratorio: inspiramos al nacer y espiras al morir. El oxígeno, que es nuestro alimento gaseoso, es el mas importante.

Sin él subsistiríamos un par de minutos. En cambio, sin agua podemos vivir una semana y sin sólidos hasta un mes. Justamente el asma al dificultar esta alimentación, aérea es que adquiere tantos ribetes de dramaticidad. El hambre de aire es la más difícil de soportar. Se debe pensar en la importancia del acto respiratorio, en su real valoración. Debe hacerse pensando en que el aire tiene un elemento vital: el prana.

Prana significa en sánscrito energía absoluta. Esta energía penetrará en nuestras arterias y venas, como una serpiente de luz, dará vida, vigor y calor a todo nuestro cuerpo, llegará hasta las últimas, más modestas y remotas células llenándolas de energía, que sonreirán felices y acometerán con alegría la maravillosa aventura de vivir.

Se debe inspirar por la nariz, porque en las fosas nasales el aire es calentado y librado de impurezas y gérmenes, los cuales quedan detenidos en el tamiz que forman los pelos de la nariz y la mucosa nasal. Esta segrega antibióticos naturales como la lisozima, entre otros, que cumplen una función antibacteriana. Entre las hierbas medicinales de marcado efecto anti-asmático podemos nombrar las siguientes:  ambay, chachacoma, chamico, froripón, hipericon, malva, orégano, quebracho blanco, eucaliptos, pulmonaria y marrubio.

La Vena N° 32 –  Dr. Giraldo Nestor Motura Texto: “Aprende a curarte” Pag.123

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