Brasil retoma la senda de la protección del ambiente.
La Ministra Marina Silva anunció la creación de nuevas secretarías y el lanzamiento de un programa para frenar la deforestación de la Amazonía.
La nueva ministra de Medioambiente de Brasil, Marina Silva, asumió el pasado 4 de enero, el liderazgo de la cartera que ya ocupó en otro gobierno del presidente Luiz Ignácio Lula da Silva (2003-2008). Criticó las acciones de los desastres ocasionados durante el mandato de Jair Bolsonaro. Consideró esa gestión como “una falta de respeto al patrimonio socioambiental” del país.
Se estima en 250.000 personas originarias que pueblan el amazonas,215 etnias y 170 idiomas. Es la reserva más grande del planeta en biodiversidad. El bosque más grande del mundo; cerca de 8.000.000 millones de metros cuadrados.
Además, la ministra anticipó que se pondrá en marcha un Plan de Acción para la Prevención y Control de la Deforestación en la Amazonía Legal (PPCDam) y explicó que el cambio de nombre de la cartera a Ministerio de Medioambiente y Cambio Climático responde a la necesidad de “reflejar el debate mundial actual”.
En ese sentido, Silva podrá contar con la creación de la Autoridad del Clima, ya anunciada por Lula, que apuntará a atender los problemas relacionados con el calentamiento global.
La nueva titular de Ambiente se propuso además cambiar la mirada internacional del país en cuanto al uso de los recursos naturales con cuidado del planeta. “Vamos a tener una acción que respete el multilateralismo, pero vamos a actuar internamente para que Brasil vuelva, en vez de ser un paria ambiental, a ser el país que nos ayudará a concretar el acuerdo con [el bloque regional] Mercosur, que podamos traer inversiones, que consiga abrir mercado a nuestros productos, que dejemos de ser la peor tarjeta de presentación para nuestros intereses estratégicos y nos convirtamos en la mejor tarjeta de presentación”, manifestó.
De acuerdo al Instituto Amazónico del Hombre y el Medioambiente (Imazon), el área de bosque deforestada en la Amazonía en 2022, bajo gestión de Bolsonaro, fue la mayor de los últimos 15 años. De agosto de 2021 a julio de 2022, se talaron 10.781 kilómetros cuadrados de bosque (otra barbaridad de Bolsonaro), lo que equivale a siete veces la ciudad de Sao Paulo.
“Cuando lleguemos a la deforestación cero, no habrá necesidad de la Secretaría Extraordinaria de Deforestación. Entonces, esta secretaria sabe que su índice de éxito se medirá el día que el presidente extinga a la secretaría extraordinaria de deforestación”, afirmó Silva.
Que contraste con Argentina.
Tanto el gobierno nacional como la oposición, no se ponen de acuerdo-diríamos que nos les interesa- sancionar la Ley de Humedales,por ejemplo que preservaría zonas sensibles del territorio nacional, sería un gran aporte a la preservación del agua y de la crisis climática.
Fuente: https://actualidad.rt.com/