UNA MIRADA POR LA EDUCACIÓN
“La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”, decía un gran dirigente social y político, Nelson Mandela. Y lo decía en un contexto, el sudafricano, plagado de pobreza, segregación, problemas ambientales y división social.
Y desde la Ecopedagogía propongo otro enfoque educativo, distinto al actual; en un contexto también muy complejo.
En este enfoque, las emociones, la creatividad, la práctica, la vivencia y la innovación toman un sentido decisivo en la formación humana. Una mirada desde la educación popular y la Madre naturaleza,la Pacha. http://lavena.com.ar/feliz-dia-pachamama/. Ella grita, tanto la injusta brecha económica, cultural y social, como el deterioro que le estamos provocando.
Hay mucho que rehacer en nuestro tejido social. Hay enormes injusticias éticas y ambientales.
Para eso hay caminos. Uno es el de la Pedagogía del Vivir Bien (Suma Qamaña en Aymara o Sumaj Kawsay en Qheswa). http://lavena.com.ar/ecopedagogia-y-vivir-bien/. La espiritualidad es una dimensión selecta, una llama viva en todo ser humano y toma mayor protagonismo en las comunidades originarias.
El calendario cósmico es un conocimiento superior al gregoriano, por lo menos para quienes vivimos desde este lado del mundo. Es más natural, vivencial y práctico; y por lo tanto más comprensible. Por ejemplo se puede “enseñar” geografía, desde la comprensión del ciclo lunar.
Herederos
Somos consecuencia de la ilustración racionalista y positivista del siglo XVI y XVII, que predomina hasta nuestros días. Tal vez este sistema dio lo que debía dar.
Sueño con una escuela en transición, dónde, frente a la preeminencia de la razón, naturalizada actualmente, busquemos equilibrarnos, mediante el estímulo y desarrollo de otras posibilidades, como los estados emocionales, la práctica, la experiencia y la imaginación. Para ello se deben introducir cambios en los PEI (proyectos educativos institucionales) y los P.A (proyectos áulicos).
En algún punto lo que digo es una obviedad; vastos grupos de docentes se prodigan a diario y buscan incansablemente soluciones y avances. De hecho, tengo que destacar que en varias instituciones en la Argentina, existen propuestas superadoras, de estas circunstancias. Pero son las menos.
La Ecopedagogía, es un modelo educativo que parte de una mirada holística, integral de la vida y el mundo.
Preguntas
Tenemos que poner en discusión qué tipo de educación, debemos darnos en este tiempo.
¿Cuál es el rol de la tecnología en nuestras vidas?
¿Cómo interactúan el contexto, el conocimiento, el estudiante y el docente?
¿Por qué las distintas expresiones artísticas, y la educación física tiene un rol secundario y menor en la formación integral?
¿Por qué estamos tan pendientes de la comunicación virtual?
¿Jugar con los niños sin tecnología como medio, contar cuentos e historias, plantear el conocimiento desde la experiencia, está pasado de moda?
¿El curriculum prescripto (lo que hay saber), que emana desde arriba, llamada la oferta; les sirve a los de abajo (lo que necesitan saber), llamada la demanda?
¿Qué temas interesan y qué temas ya no son gravitantes en los actuales programas educativos?
¿Estamos en un sistema educativo, con tendencia a liberar conciencias o formal, alienante y atrasado?
¿La educación lineal, que ofrece el sistema; a quién le sirve?
Lo decía mejor Paulo Freire:” …el diálogo, tanto en la vida como en la escuela, gana significado precisamente porque los sujetos dialógicos, no solo conservan su identidad, sino que La defiende, y así crecen juntos…”. https://www.cuspide.com/9789876290012/Pedagogia+De+La+Esperanza
No funcionan las viejas recetas, para los nuevos problemas.
PROPUESTA
Frente a la lógica racionalista que subestima la subjetividad; que en nombre del desarrollo y del progreso saquea la naturaleza y mata la vida, este paradigma emergente se caracteriza por la promoción de una lógica relacional y auto-organizacional que lleva al ser humano a redescubrir el lugar que le corresponde dentro del conjunto armonioso del universo.
Otro compromiso social, otro sistema educativo y otra práctica pedagógica no solo resultan necesarias, sino urgentes para revertir el deterioro del sistema del que somos parte.
Parafraseando un conocido proverbio chino:
“Si haces planes para un año, planta arroz. Si haces planes para diez años, planta árboles. Si haces planes proyectando una vida entera, educa a las personas”.
El abordaje de esta propuesta, junto al equipo, lo realizamos desde los enfoques de notables teóricos sobre el tema, la presencia y cosmovisión, de docentes de Pueblos Originarios ( Huarpes,Inka-Q´ollas y otras comunidades) , elementos de la neurociencias, la pedagogía actual, el arte, el conocimiento emocional y sobre todo, los aportes y las experiencias propias sobre Ecopedagogía.
Qué tipo de educación, propongo en esencia?
Definitivamente la que genera conciencia crítica, la que eleva el nivel de comprensión de la realidad.
La educación que enseña a curarse, a cuidar nuestro cuerpo y nuestro entorno. A respetar las identidades. La educación que enseña oficios como formas de “ganarse la vida”. La que procura el cuidado del medio ambiente y la búsqueda de la felicidad espiritual.
Propongo principios pedagógicos que están resumidos en la sigla ACASI; una abreviatura que resume una educación basada en, Ambientes, Cuidados, Abiertos, Saludables e Integrados; para todxs lxs seres que ocasionalmente convivan en ese espacio. Niñxs y adultos. La que se plantea las enormes diferencias sociales sin resolver y los caminos para salvar las “grietas”, que tenemos de todo tipo.
Que en los diversos espacios de enseñanza, haya convivencia saludable y fluir del conocimiento, tanto en los hogares, como en el barrio, como en las fábricas o en las instituciones. En ese punto es una pedagogía socioambiental.
Pienso una educación que abarque todos los temas que nos preocupan y son materia de conocimiento. Que los incluya, sin temores.
Una educación que tanto el docente como el estudiante sientan que sirve, que es concreta, que es práctica; pero que a la vez les permite trascender, evolucionar, tener esperanzas sobre el futuro incierto.
Se deben tener en cuenta las disciplinas y las áreas de la educación primaria; como ciencias sociales y naturales, matemáticas, lengua y expresión; pero integrándolas.
En la secundaria similar. No desestimar los saberes de las ciencias, pero darles sentido, conexión y coherencia.
¿Cómo puede ser que nos olvidemos casi todo lo que estudiamos en la secundaría? El olvido es un síntoma claro, que lo aprendido no era tal. No lo consideramos importante y necesario para la vida. Era más una formalidad que parte de una formación sistémica en sí misma.
Y no escapan a esta crítica los Institutos de Formación, las facultades y universidades. Estas instituciones, continúan con planes de estudio, alejados de la experiencia y de la práctica, enseñando demasiada teoría, que choca con las realidades sociales y multiculturales de este nuevo tiempo.
Una persona aprende, solo cuando puede darle sentido a lo que esta en diálogo, en discusión; cuando puede experimentar y ser protagonista del proceso.
Encontré una declaración, conmovedora, de un pensador norteamericano, Noan Chomsky, muy famoso y respetado, que les aconseja a los poderosos: “A menos que los países ricos, aprendan de los indígenas, estamos condenados al fracaso”. Lo esta planteando, porque tampoco en los EEUU, la educación da resultados humanizados; por el contrario, los niños van armados a los colegios y las matanzas entre adolescentes son permanentes.
Desde la Ecopedagogía, buscamos la posibilidad de armonizar las necesidades del ambiente con las necesidades de las personas. El progreso, la preservación, la sustentabilidad del medio ambiente y de la sociedad, están ligados a los derechos humanos.
Finalmente, te comparto otra frase maestra del brasileño Paulo Freire: “La educación no cambia al mundo: cambia a las personas que van a cambiar el mundo”.
Entonces desde esa perspectiva, nuestra propuesta es una invitación a la aventura de aprender, de enseñar, de compartir y de con-vivir; actitudes sólidas que elevan tu ser en el mundo, hacia una condición humana más libre y excelsa.