Si bien el 25 de mayo se declaró el inicio de la argentinidad; hubo un hecho previo muy importante; el cabildo abierto del 22 de mayo,( http://elarcondelahistoria.com/cabildo-abierto-del-22-de-mayo-2251810/) que condicionó lo que iba a ocurrir 3 días después.
El apresuramiento para festejar el “Bicentenario”(nota a Arturo A.Roig,La Vena N° 45) oculto varios debates que todavía no están saldados en la historia Argentina. Uno de ellos fueron los acontecimientos de aquél 22 de mayo.
En esos sucesos, se convocó a los vecinos. Estos debían cumplir requisitos, como el derecho de propiedad para ser considerada su voluntad de participar de las discusiones políticas de la época. Reflexiones que requerían, por supuesto, no dejar afuera de la consideración a ningún actor. Entre otros factores, porque se estaba construyendo una nueva etapa de la vida de nuestro pueblo, nada menos que la edificación de un destino común, el fortalecimiento de la identidad!!
En esa “selección natural darwiniana” de la época se dejaron de lado actores sociales imprescindibles y propulsores de la riqueza nacional como los pueblos originarios, los negros y los blancos y mestizos. Es decir, sin representación, casi el 70 % de la población estimada en alrededor de 40.000 habitantes.
https://agenciaparalalibertad.org/article/25-de-mayo-de-1810-una-revolucion-indecente/
La soberanía popular radicaba en un órgano que representaba la voluntad de los habitantes con derecho a voto que en esa época eran criollos y españoles, quienes además, como fue dicho, debían tener propiedades.
Pero algo en ese contexto,se podía hacer y se hizo. Se realizó la Asamblea y luego de los discursos, se procedió a votar la continuidad del Virrey, decidiéndose por amplia mayoría para destituirlo por 155 votos contra 69. Mientras tanto en las calles, French y Beruti, al mando estimado de 600 personas con cuchillos, trabucos, y fusiles controlaron el acceso a la plaza, asegurando que estuviera copado solamente por criollos.
El 22 de mayo se preparó el terreno para la denominada revolución del 25 de mayo, pero ese es otro capítulo, de la apasionante historia Argentina.