Somos
hijos de huesos sin nombre
nietos de damas
que circulan en las plazas
y hacen preguntas
preguntas sombrías
preguntas de piedra
porque nos buscan.
Somos
aunque duela sangre
tender contra nuestra nido
un hilo de plata que responda
en ramas del propio árbol
escondido en el vacío.
Desaparecidos
también somos.
Anabel Ocáterli
del poemario Sombras de Colores