El título de la nota es una de las interesantes frases que sobre temas de actualidad política y sindical que nos brindo SERGIO GIMÉNEZ.
Hablamos en una entrevista exclusiva con uno de los referentes de lo que se denomina, el Nuevo sindicalismo: SERGIO GIMÉNEZ, Secretario General de la seccional Mendoza de la Bancaria.
Con respecto a sus inicios en la actividad gremial, comentaba que fue en el “viejo” Banco de Previsión, en San Rafael, lugar del que es oriundo, en el año 1983. Era muy joven. Coincide con los inicios de la democracia moderna y un contexto difícil; la salida de la dictadura militar, nada menos. Fue parte de un proceso de la normalización del sindicato, cuestión que llevo un largo camino rearmar la acción gremial. Ya en los primeros meses del año 1985, lo propusieron en unas jornadas realizadas en Bs.As, para participar más activamente. Así las cosas conoce a Saúl Ubaldini, líder de la CGT Nacional. Ya en el período 1987- 1991, durante el gobierno de José Bordón se dedica a la vida partidaria (PJ). Luego, 6 años después, retorno a la actividad bancaria.
Por esa época, año 1994, conoció a Sergio Palazzo, el gran referente nacional, quien surge electo de la seccional Mendoza.
“Había quedado en mi un gusto amargo, del gobierno de Bordón, por un mal trato hacia algunos compañeros míos, a través de un plan de ajuste, que nos perjudicó. Creía que llegábamos (al gobierno) para otra cosa y no para ajustar dotaciones; y muchos de esos compañeros, terminan optando por el retiro voluntario”, señala con un dejo de indignación, Sergio.
A la gestión de Palazzo, le toco un momento difícil, ya que se cambio la tipificación jurídica de los bancos, que pasaban de ser sociedades del Estado a Sociedades anónimas, y eso posibilitó, “abrió la puerta”, con posterioridad, para la venta del paquete accionario de los bancos estatales.
CORRIENTE FEDERAL DE TRABAJADORES
Seguidamente se explayó en comentar sobre la creación de este nuevo sector sindical: “… nace por julio de 2016, dónde se estaba gestando la renovación del período de Hugo Moyano, que ya tenía mandato cumplido y había que normalizar la CGT. Allí emergen estos sindicatos, que como característica esencial era que habían sido confrontativos del gobierno de Macri a partir de 2015. Mientras otros gremios- no los critíco – eran más dialoguistas y decían, “hay que darle tiempo” y creían en este gobierno-; habíamos otros sindicatos que decíamos que había que luchar. Hubo un episodio a partir de 2016. Nos despiden 50 compañeros del banco central, injustamente y sin causa. Realizamos medidas gremiales, con acampe incluido, logrando la reincorporación de esos compañeros. Y el 1 de mayo de ese año, cuando Macri daba su primer discurso, fuimos reprimidos por Patricia Bullrich.

En esta nueva corriente gremial, encontrábamos otra lógica hacia el nuevo gobierno, que era: si le iba bien a Mauricio Macri, nos iba a ir mal a los trabajadores; y no nos equivocamos”, relata el Secretario, Giménez.
Eran tiempos además de solidaridad. Acompañaban otros reclamos; ya que a pesar que lo bancarios no estaban tan mal, había que sostener la lucha de otros sectores por los intereses de clase. Le pidieron al Congreso Nacional que realice una ley para suspender los despidos por 180 días. No era gran cosa lo que se pedía pero era dar un respiro a los trabajadores. La respuesta, por todos conocida – del gobierno del diálogo-, fue el veto y derogación de la norma. En ese momento la CGT debió llamar a un paro general. El parlamento había escuchado los reclamos, que es un poder de la República, mientras que el ejecutivo lo veto.
SINDICALISMO SI, SINDICALISMO NO
En otro tramo de la entrevista le preguntamos a Sergio Giménez, que le respondería a aquellas personas que critican el sindicalismo, los sindicalistas y la actividad gremial en general. Muchos son trabajadores y trabajadoras, pero reprochan que cortan las calles, hacen paros, etc.
Y esto nos decía: “Hay un prejuicio instalado por los medios de comunicación; pero también un prejuicio que viene en la misma gente. Porque digo, aquel trabajador que reniega de una medida de fuerza de otro trabajador; lo que no esta visualizando es que, ese plan de acción gremial que logra su reclamo, beneficia a otra actividad directa o indirectamente. Por ejemplo, si los bancarios hacemos una medida de fuerza y nos va bien, y nos recomponen el salario ese dinero lo van a ir a gastar, si van a un bar, benefician al comercio; si gastan en una tienda benefician a la industria textil y así sucesivamente. Otros ejemplos. No trabajar los sábados a la tarde, fue una lucha gremial anterior a él o ella que generó ese derecho, el llamado, “sábado inglés”. Las vacaciones que el goza, también fue una lucha gremial. Nadie imagina que el patrón lo concedió alegre y gratuitamente. Hubo que luchar. La lucha obrera se lo arrancó al empresario. Hubo muertes, cárcel, destierro. Por ello la reflexión es que se analice por los logros que vos podes usufructuar. Muchas veces no se ponen en valor los derechos conseguidos porque se los considera naturales.
Los bancarios tenemos un promedio de 30 a 35 años en la actividad. Si tenemos en cuenta que tenemos paritarias desde hace 18 años; hay compañeros que nacieron a la vida laboral por el sistema de paritarias. Ellos saben que para el mes de marzo de cada año, van a tener una recomposición salarial. Para los más jóvenes, es normal. Pero hubo mucha lucha atrás de los mayores como yo de 56 años, para lograr esas conquistas. Nosotros somos casi la única actividad con participación en las ganancias de los bancos, convencionado según el artículo 14 bis de la Constitución Nacional. Lo hicimos en el año 2014. Hoy, un compañero que ingresa a la actividad, por ejemplo, el 1 de noviembre, el día 6 de noviembre no trabaja porque es el día del bancario y se lleva un sueldo. Una conquista. En el año 1999 en la provincia de Mendoza recuperamos que el 6 de noviembre no sea laborable; una generación luchando. Por ello, un compañero que ingresa, desconoce que ese beneficio se logro con la lucha gremial. Hay que conocer, la historia. El individualismo, el emprendedurismo, impiden ver la totalidad. En cambio el sindicalismo es unión, solidaridad y lucha en conjunto. En suma, todos y cada una de los beneficios obreros se logro con compromiso, organización y lucha gremial”, concluyó Sergio Giménez.