Hacen 32°C en la ciudad de Mendoza; la gente ajetreada camina por las veredas, los ciclistas pedalean para llegar a sus obligaciones, y los automovilistas buscan el tan escaso estacionamiento, pero en algo todos coinciden… ¡quisieran hacerlo a la sombra de los árboles!
Y sí, cuando hace calor todos deseamos estar a la sombra, y para ello deben estar las veredas y calles resguardadas por grandes y frondosos árboles, que además nos acercan belleza, identidad, cultura e historia de nuestra ciudad. Todo esto suena muy bien, pero lamentablemente la realidad de nuestro arbolado, patrimonio natural y cultural, y servicio público prioritario menduco, es otra. A pesar de los beneficios para la calidad ambiental y a pesar de que hay leyes nacionales y provinciales que protegen el sistema de arbolado, no está libre de todo tipo de agresiones que han provocado la pérdida de gran cantidad de forestales, ¡no sabemos cuántos!
Hablando de leyes, la ley provincial nº 7874 del año 2008 deja bien claro que el único organismo de su aplicaciónes la Dirección de Recursos Naturales Renovables, es decir que es quien decide que trabajos se hacen sobre qué árboles y cuándo. Los organismos que tienen competencia sobre el arbolado son las Municipalidades, Irrigación, Vialidad Nacional y Provincial, y la Inspecciones de Cauces, esto quiere decir que para la erradicación, tala, rebaje, limpieza, poda y desbrote del arbolado público, las autoridades competentes en cada jurisdicción, deberán contar con la autorización de la Dirección de Recursos Naturales. Sin embargo es frecuente encontrar a municipios, Vialidad o Irrigación hacer talas, o erradicaciones sin autorización y dejando serias dudas a los vecinos del motivo real de la pérdida de esos forestales, que rara vez se reponen.
Todos estos organismos tienen que conservar, proteger, preservar y desarrollar el arbolado público. Y aquí cabe decir que, como en muchos temas en nuestra abusada patria, la violación a las leyes de parte de públicos y privados es la que causa problemas crónicos, que a la corta o a la larga traen graves consecuencias en lo ambiental, en lo social y dejando una nefasta herencia a las generaciones futuras.
También el vecino hace lo suyo para deteriorar el arbolado del patrimonio público podándolo, cortándolo, envenenándolo, pintándolo, fijando carteles, alambres, canastos de basura, hormigoneando el nicho de plantación u obstruyendo su sistema de riego, por ejemplo con la basura que encontramos en casi todas las acequias, ¡todas estas acciones prohibidas por ley !
Ante este panorama para nada alentador ¿se puede hacer algo? En junio pasado un grupo de vecinos de distintos departamentos de la provincia, defensores del arbolado, nos auto convocamos formando la Asamblea por el Árbol, que tiene como objetivos:
- Promover en la comunidad mendocina el reconocimiento del arbolado del patrimonio público y su sistema de riego como un bien público, colectivo y social, que nos aporta un servicio ambiental insustituible y sostiene un medio ambiente sano para la vida humana y otras especies.
- Promover el conocimiento y el cumplimiento de las leyes nacionales y provinciales de protección del arbolado del patrimonio público en las instituciones públicas y privadas, ejerciendo control ciudadano sobre las obras que afecten el arbolado u obras sobre el propio arbolado.
- Promover la conservación, limpieza y obras complementarias en acequias y cauces de riego en general, para que llegue en cantidad y calidad suficiente el agua al arbolado del patrimonio público.
- Promover la reposición de gran cantidad de árboles faltantes en todos los municipios de la provincia.
Sumándose a esta Asamblea va a encontrar un espacio para la defensa del arbolado, pero también puede hacer sencillas acciones como regar los arboles que tiene en el frente de su casa si es que no pasa agua por la acequia, pedir la reposición del árbol a la municipalidad si es que hay nichos de plantación vacíos, denunciar las agresiones al arbolado (Dirección de Recursos Naturales, Inspección, teléfono: 0261- 4252090 ), y por supuesto promover la cultura del árbol y así disminuir los riesgos de no tener un arbolado sano y abundante, como:
- Aumento de enfermedades respiratorias como alergias.
- Gran cantidad de polvo, hollín, caucho, asfalto y amianto en el aire.
- Intoxicación del aire con azufre, fósforo, fluor, cloro, etc.
- Sequedad ambiente
Los Beneficios que nos brinda nuestro arbolado:
- Hace el aire “respirable”.
- Acondicionamiento climático, aportando frescura y humedad.
- Convierte el dióxido de carbono (gas de efecto invernadero), en oxigeno de alta pureza.
- Filtra el polvo y el hollín.
- Acción sedante y reparadora.
- Amortiguación acústica.
- Rol bactericida debido al desprendimiento de ozono y otras sustancias germicidas.
- Evita la contaminación de aguas subterráneas.
- Detiene la erosión de los suelos.
- Aporta materia orgánica mejorando la calidad de los suelos.
- Barrera protectora de vientos.
- Fija los suelos en borde de canales, médanos y superficies de estructura frágil.
- Aporta a la belleza del paisaje, el turismo y la recreación.
- Sostiene la vida de fauna, particularmente de aves e insectos benéficos.
La Vena N° 58 – Teresita Capezzone
Asamblea por el Árbol
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